viernes, 2 de junio de 2017
Efraím Cardozo
Efraím Cardozo
Efraím Cardozo Sosa (Villarrica, Paraguay, 16 de octubre de 1906 - 10 de abril de 1973) fue un político e historiador paraguayo.
Infancia y estudios
Nació en Villarrica, Paraguay el 16 de octubre de 1906. Hijo del ilustre maestro guaireño Ramón Indalecio Cardozo y de doña Juana Sosa, pasó su infancia en un hogar noble y culto, heredó de sus mayores el amor a la lectura y nobles principios de dignidad y rectitud. Contrajo matrimonio con Hilda Clara Saguier Aceval.
En 1921 ingresó al Colegio Nacional de Asunción donde demostró aguda inteligencia; en 1925 ejercía la presidencia del Centro Estudiantil y dirigía con Juan Esteban Carrón la revista “Ariel”. Culminó el bachillerato con relevantes calificaciones y de inmediato comenzó sus estudios de abogacía, de cuya institución madre egresó con desempeño brillante. Su tesis doctoral versó sobre “El Chaco en el Virreinato del Río de la Plata”
En pocos años, su nombre era conocido en los ámbitos intelectuales y periodísticos. Aficionado a la investigación histórica cosechó un profundo conocimiento del pasado del atribulado Paraguay. Su actividad académica fue fecunda. Ejerció la cátedra en la Universidad Nacional, en la Universidad Católica y en colegios secundarios San José y Teresiano.
Actividades públicas
Se desempeñó como secretario de la Presidencia de la República (1928-1932)
Secretario de la Legación Nacional en Río de Janeiro (1933)
Durante la contienda con Bolivia (1932-1935) prestó servicios en el Comando de operaciones del General José Félix Estigarribia.
El presidente Eusebio Ayala lo designó miembro de la Comisión de Límites cuyos trámites se concretaron con la firma del protocolo del 12 de junio de 1935.
Más adelante fue nombrado secretario general de la Delegación paraguaya ante la Conferencia de Paz. Derrocado el gobierno liberal, el doctor Cardozo se afincó en Buenos Aires donde trabajó como redactor del diario “La Razón”. Durante el gobierno de Félix Paiva fue designado Delegado Plenipotenciario ante la Conferencia de Paz que se llevó a cabo en Buenos Aires con la presencia de representantes americanos.
Integró la delegación ante el Colegio Arbitral que rubricó el laudo limítrofe de 1938. En el gobierno del presidente Estigarribia fue parte de su primer gabinete, ocupando la cartera de Justicia, Culto e Instrucción Cívica, al tiempo de interinar el cargo de canciller. Fue Diputado Nacional en 1938.
En 1940 fue designado Ministro Plenipotenciario ante el gobierno argentino. Proscrito el partido Liberal, el doctor Cardozo volvió a su antiguo trabajo en el diario “La Razón”. A lo largo de su vida hizo acopio de valiosa información y documentos históricos referidos al Paraguay y al Río de la Plata. En 1954 dictó clases en Europa, en el Instituto de Cultura Hispánica invitado por la Escuela de Estudios Superiores Latinoamericanos.
Publicaciones
Sus afanes de comunicador comenzaron con el despertar de su inteligencia. En 1917, cuando era un niño de diez años y en conjunto con otros compañeros de aula, publicó “El guaireño”, periódico que según los memoriosos guardaba las características de prensa adulta.
Fue redactor y director del diario “El liberal”. Colaboró con la redacción de artículos en “La Razón” de Buenos Aires, “El Radical”, “ABC” y “Comunidad” de Asunción.
Desde 1923 hasta los inicios de la guerra con Bolivia publicó sucesivas obras referidas a la defensa de los derechos jurídicos del Paraguay en el conflicto que amenazaba la pérdida del Chaco Boreal. “El Chaco en el Régimen de las Intendencias. La creación de Bolivia”, “El Chaco y los Virreyes. La cuestión paraguayo-boliviana según documentos de los archivos de Buenos Aires y de Río de Janeiro”, “La Audiencia de Charcas y la Facultad de gobierno” “Apuntes de historia cultural del Paraguay” son obras que testimonian la riqueza y la seriedad de sus argumentaciones que le revistieron de notoriedad continental.
Medio centenar de sus escritos constituyen una valiosa fuente de conocimientos para novatos y especialistas. Su colección de 13 tomos de “Hace Cien años”, recopilación de artículos del diario “La Tribuna”, publicados a lo largo del centenario de la epopeya del setenta, se mantiene como gran testimonio de inobjetable valor. “El Paraguay de la Conquista”, “El Paraguay Colonial. Las raíces de la nacionalidad” y “El Paraguay Independiente” son obras imperecederas que adquieren mayor dimensión con el paso de los años. En 1961 el diario “La Prensa” de Buenos Aires le confirió el premio Alberdi-Sarmiento.
Fallecimiento y legado histórico
Su nombre figura entre los más ilustres historiadores del Paraguay. Miembro de un centenar de instituciones y academias de todo el continente y de España, dedicadas al estudio de la memoria social e histórica de las naciones americanas, sus opiniones fueron de gran trascendencia en la formación intelectual de generaciones de jóvenes estudiantes e investigadores.
Falleció siendo senador de la Nación el 10 de abril de 1973.
Obras
El Paraguay Independiente. Efraím Cardozo
Apuntes de historia cultural del Paraguay, Efraím Cardozo
Vísperas de la Guerra del Paraguay, de Efraim Cardozo. El Ateneo Editorial, Buenos Aires. 1954
sábado, 4 de marzo de 2017
JUSTO PASTOR BENITEZ
Justo Pastor Benítez fue un escritor, periodista y político paraguayo.
Índice
1Infancia y juventud
2Vida política
3Guerra del Chaco
4Obras
5Legado y aportes a la cultura
6Últimos años
7Referencias
8Enlaces externos
Infancia y juventud
El doctor Justo Pastor Benítez nació en Asunción el 28 de mayo de 1895 en el hogar formado por Pedro Benítez y Ramona Coronel.
En 1913 recibió el diploma de bachiller del Colegio Nacional de la Capital y el de doctor en Derecho en 1919.
A pesar de su ideología liberal, desde joven se adhirió a las discutidas ideas reivindicatorias de la figura de Francisco Solano López propiciadas por Juan E. O’Leary. No claudicó de esta posición, postura que le acarrearía críticas de sus correligionarios y otros grupos antilopistas.
Vida política
A los 25 años de edad comenzó su agitada vida política en el Parlamento y en la prensa donde muy pronto adquirió prestigio por sus agudos dotes de polemista.
De vuelta al Paraguay, ocupó nuevamente una banca de diputado y en 1930 el gobierno del doctor José Patricio Guggiari lo designó Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública.
En 1931 desempeñaba la cartera del Interior cuando ocurrieron los trágicos sucesos del 23 de octubre, hecho en el que fue involucrado por sus enemigos políticos.
Guerra del Chaco
Estallada la guerra con Bolivia, el presidente Eusebio Ayala le confió la cartera de Relaciones Exteriores: en 1934, por discrepancias con el presidente Eusebio Ayala, fue designado ministro de Paraguay en Río de Janeiro, ciudad en la que encontraría refugio en la caída del gobierno liberal en 1936. En agosto de 1937, con el efímero retorno de los liberales, Benítez se reintegró como representante diplomático ante el gobierno de Brasil.
Durante el gobierno del doctor Félix Paiva, viajó a Bolivia como representante diplomático del Paraguay correspondiéndole participar en el restablecimiento de las relaciones con el gobierno boliviano tras la firma del tratado de paz, amistad y límites del 21 de julio de 1938.
En febrero de 1940 asumió la presidencia el Gral. José Félix Estigarribia y Benítez fue nombrado ministro de Hacienda.
Poco después se convirtió en artífice de la Carta Fundamental – la Constitución del 40 – que impuso al país un régimen político en el que se percibían los influjos de los movimientos totalitarios de la época, como la clausura del parlamento, la persecución a los sindicatos y la suspensión de toda actividad partidaria. Esa grave responsabilidad sería sobrellevada por el doctor Benítez, distanciado de sus amigos y correligionarios, hasta el fin de sus días.
Decía Alfredo Seiferheld que quedó el estigma como la faceta más oscura del literato de prosa fácil y de sentir profundo.
Muerto Estigarribia en un accidente aéreo, Benítez conoció la prisión de Peña Hermosa y el exilio en el Brasil.
Obras
Su obra literaria es rica y diversa:
En 1910, con apenas quince años de edad, publicó La Causa Nacional
En 1920, Ideario político
En 1924, La Constitución de 1940
En 1929, El Arzobispo en el Paraguay
En 1932, Ensayo sobre el liberalismo paraguayo
En 1934, Bajo el signo de Marte
En 1935, Panorama de la literatura paraguaya
En 1937, La vida solitaria del doctor José Gaspar de Francia, dictador del Paraguay.
En 1943, Estigarribia, soldado del Chaco
En 1947, El solar guaraní
En 1949, Carlos Antonio López
En 1955, El mirador de un exiliado y Formación Social del pueblo paraguayo
En 1958, Genocidio Americano
En 1961, Mancebos de la tierra
Existe un gran volumen de artículos periodísticos que demuestran su enorme ilustración y la fuerza de su carácter polémico y perspicaz.
Legado y aportes a la cultura
Desde joven ejerció el periodismo. Se inició en El Diario y más tarde escribió en El Radical.
En 1962, Benítez se hallaba en Asunción. Fue en el momento uno de los principales referentes de la inteligencia paraguaya. Su nombre aparece en la bibliografía internacional además de colaborador de enciclopedias y compilaciones diversas.
Colaboró con diarios extranjeros: O Jornal, O Jornal do Comercio de Río de Janeiro y La Prensa y La Nación de Buenos Aires.
Fue vicepresidente del Instituto de Investigaciones Históricas del Paraguay; miembro de la Academia Paraguaya de la Historia; miembro de la Academia Paraguaya de la Lengua, de la Academia de Derecho Internacional Americano y miembro de diversas academias de historia del continente.
Fue nombrado Ciudadano Honorario de Río de Janeiro.
Su conducta honesta le permitió afrontar a sus detractores políticos, con la conciencia de haber llegado al fin de su vida con la misma humildad que lo distinguió en todas sus acciones públicas y privadas.
Últimos años
Falleció en Asunción el 6 de febrero de 1963, a los 67 años de edad, veinticinco de los cuales había visto transcurrir en tierras extrañas.
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